domingo, 2 de mayo de 2010

Don't say the truth.

Miraba al mar, se veía la verdad.
A veces necesitas ser idiota, y creer que alguien te quiere. Luego paseas sobre las rocas, saltando de una a otra. Hay un momento en que casi te caes, pero te apoyas en un saliente de la piedra. Y pones esa sonrisa, para que la gente de al rededor no sepa que en realidad te has hecho daño. Piensas que si tuvieses a alguien a quien querer y quien te quisiera, no irías sola a pasear por las rocas al lado del mar. Ese alguien te cogería de la mano y no te dejaría caer y que te hicieras daño.
Ya no sabes quién te miente y quién dice la verdad. Siempre parecen leales, pero siempre hay hilos sueltos, que tú encuentras, y que te hacen ver la otra cara de la moneda. A veces necesitas ser idiota y hacer como que no pasa nada. A veces necesitas creerlo, creer que eres tú la que decide como vivir, cuando en realidad vives por otros que no se merecen ni una mirada. A veces te hace falta tropezarte con una roca del espigón, para caerte y mirar al mar con una sonrisa mientras intentas no notar el punzante dolor.
A veces necesitas ser idiota y pensar que la gente en general, quiere tu bien.
A veces necesitas mirar al mar y ver por unos instantes la verdad. Transparente ella, como tú.

1 comentario:

  1. ¡Hola!

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    ¡Ánimo y participa!

    Un saludo.

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